jueves, 31 de julio de 2014

Cómo motivar a los alumnos



Una vez Albert Einstein dijo que nunca se debía considerar el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.

Y es que la falta de motivación de los estudiantes es una de las causas que se asocia usualmente a los malos resultados académicos. Un alumno sin interés por aprender, no le verá utilidad a adquirir conocimientos y tendrá la tendencia a rechazar cualquier vía de aprendizaje.

Al contrario, se ha comprobado que un estudiante motivado, tiene más probabilidades de alcanzar sus metas, porque disfruta aprendiendo, o al menos está consciente de la importancia de adquirir ciertas competencias académicas.

En general, los investigadores y expertos en educación coinciden en que la motivación es una capacidad que se puede desarrollar si se aplican las estrategias adecuadas en casa y en el colegio.

Motivación de la familia


El primer entorno en el que comienza la educación de cualquier niño, es la familia. En este ambiente es donde comenzará su desarrollo cognitivo y afectivo, y en el que los padres tendrán la oportunidad de orientar a sus hijos para que adquieran motivación e interés por aprender.

Aquellos padres que demuestren interés y entusiasmo por sus tareas o su trabajo, predicarán también con el ejemplo, algo que casi siempre se transmite a los más pequeños, de forma natural.

El profesor y doctor en filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, Jesús Alonso Tapia, afirma en su libro "Motivar en la escuela, motivar en la familia", que el comportamiento de los progenitores puede influir en la motivación o desmotivación de sus hijos por aprender. Del mismo modo, es importante adoptar esta disposición en el tiempo de ocio con ellos. Enseñarles a buscar la respuesta a sus preguntas, participar en sus actividades con ilusión y demostrar satisfacción cuando consiguen logros significativos son algunos aspectos que fomentan la motivación.

Otro aspecto muy relevante es la valoración que se entrega cuando el niño se esfuerza y/o logra sus objetivos. Para que los pequeños se sientan motivados en sus tareas, es necesario que se adecuen a sus capacidades y que la dificultad aumente a medida que adquiere nuevas competencias. Si se le obliga o incita siempre a realizar acciones para las que todavía no está capacitado, es fácil que se desmotive.

Respecto al colegio, el autor explica que la función motivadora de los padres también debe evidenciarse. La idea es enseñarles a enfrentarse a los problemas y que compartan los objetivos y dudas académicas. 

Motivación por parte de los educadores


En el colegio, el actor principal será el profesor. Los especialistas recomiendan que nunca deben solo limitarse a la transmisión de conocimientos, sino que también es fundamental poner énfasis en la forma, en cómo se enseña. 

Para ello, se deben usar estrategias que hagan sus clases más atractivas y despierten el interés de los alumnos por aprender los contenidos, debatirlos, y cuestionarlos, de tal manera que los estudiantes se sientan satisfechos de haber aprendido algo nuevo.

Para el experto en educación, José Escaño, "los profesores tienen en el medio escolar la posibilidad de transmitir motivos a los alumnos para esforzarse". Para ello, pueden enfocarse en cinco puntos: crear un proyecto personal, despertar interés por el tema de trabajo, fomentar el sentimiento de competencia, mostrar apoyo docente y sentir el apoyo de los compañeros. 

Para lograr el objetivo de motivación, el autor propone una serie de actuaciones en el aula:


- Relacionar los objetivos de las explicaciones con los objetivos y proyectos de los alumnos.

- Llevar al aula información sobre el mundo real, que trate aspectos laborales y académicos de interés para los estudiantes.

- Comenzar las clases con preguntas, incógnitas o datos que despierten el interés por el tema.

- Fomentar la participación de los estudiantes para que piensen en los temas que ya conocen y muestren su opinión sobre el contenido.

- Ayudar a reconocer y superar la ansiedad y frustración, reconocer sus capacidades y adaptar las tareas a ellas.

- Personalizar el trato con el alumno, dedicarle un tiempo exclusivo para hablar con él sobre temas académicos o extraescolares.

- Proponer trabajos en grupo para favorecer que se ayuden entre sí y aprendan a valorar la labor conjunta de un equipo.

Para más información sobre nuestras clases de reforzamiento escolar a domicilio contáctanos: (2) 2638 3749 / info@claseduc.cl

www.claseduc.cl


lunes, 28 de julio de 2014

Cómo mejorar la falta de concentración en los estudiantes

Los problemas de atención y concentración durante las clases o en las horas de estudio son algunos de los problemas más recurrentes detectados por los tutores y profesores de Claseduc.

Aunque son pocos los estudiantes que han sido diagnosticados con lo que se denomina déficit de atención con hiperactividad, más conocido como TDAH (afecta a entre un 3% y un 6% de los niños en edad escolar de nuestro país), lo cierto es que la mayoría de los escolares prefiere otro tipo de actividades antes que estudiar, ejercitar o hacer las tareas.

El problema, es que la falta de atención y concentración en los estudiantes tiende a afectar el proceso de aprendizaje: No aprenden bien los conceptos, tienen lagunas porque no han prestado atención y, cuando estudian, entienden poco sobre lo que leen.

¿Qué hacer en estos casos? En primer lugar, lo más importante es que los padres estén al tanto de la situación escolar de su pupilo. Es fundamental que sepan sobre la conducta y el rendimiento de su hijo en el colegio. Algo que parece obvio, pero que no siempre es realmente tomado en cuenta por padres y apoderados.

Una vez que se ha detectado algún tipo de problema o mal rendimiento, se puede ayudar a los estudiantes a través de ejercicios y juegos que enseñen a los niños a retener la información importante e ignorar las distracciones. Estas actividades permiten entrenar tanto la atención visual como la auditiva, ambas muy necesarias para adquirir destreza en el estudio y para ejercitar la memoria.

Especialistas del Departamento de Orientación del Colegio San Gabriel, en Madrid, España, aconsejan practicar dos o tres veces por semana, durante un máximo de 15 minutos al día.

Por ejemplo, se puede recurrir a juegos clásicos, como puzzles, dominó o cartas, para entrenar la atención con los más pequeños.

Y también se puede recurrir a actividades sencillas, pero más específicas, como enumerar tres, cuatro o cinco cosas (según la edad) que puede encontrar en casa y pedirle que las traiga para comprobar que ha atendido al listado.

Se pueden poner distintos elementos en una mesa, en un orden determinado, y luego variar el orden para que vuelva a colocarlos en el modo inicial.

Guardar varios objetos en una caja, cerrarla y pedirle que repita el nombre de todos los objetos que están en su interior.


Qué pueden hacer tutores y profesores

Según el psicopedago Juan Vaello Orts, autor, entre otras obras, del libro "Cómo dar clase a los que no quieren", considera que en el ámbito escolar se distinguen dos tipos de atención: la del alumnado, que debe ser concentrada en torno a la tarea o al profesor, y la del docente, que debe distribuirse entre todos los estudiantes por igual. Vaello apunta diferentes estrategias para captar la atención y para mantenerla:

1. Asegurar la atención de todos los alumnos y no comenzar la clase hasta haberlo conseguido.

2. Advertir al alumno distraído de manera individual, llamarle por su nombre. Si este paso es ineficaz, conviene hacer una advertencia personal privada.
Detectar los elementos que pueden distraer a los estudiantes e intentar anularlos.

3. Colocar a los alumnos de menor rendimiento más cerca del docente.

4. Iniciar la clase con actividades que favorezcan la atención, como preguntas breves sobre la clase anterior o ejercicios prácticos.

5. Utilizar distintas formas de presentación de los contenidos de la materia, como lecturas, videos, etc.

6. Variar las tareas que deben realizar los estudiantes para evitar la monotonía.

7. Detectar cuáles son las metodologías que consiguen un mayor nivel de atención en los alumnos y utilizarlas en los momentos claves, como al final de la clase, cuando están, en general, más cansados.

Es fundamental hacer preguntas de manera constante, con un nivel de dificultad medio o bajo, que favorezca  el dinamismo de las clases. Para conseguir atraer su atención y evitar que se disperse, es recomendable acercarse a su mesa y continuar allí la explicación, o bien apoyar la mano en su hombro mientras se expone al resto de los estudiantes.

miércoles, 23 de julio de 2014

Hasta este domingo 27 de julio estará abierta la convocatoria a postular a la Asignación de Excelencia Pedagógica (AEP) 2014

Este programa está dirigido a docentes de aula de establecimientos educacionales municipales, particular subvencionado o técnico profesional que deseen ser reconocidos en sus habilidades y conocimientos disciplinarios y pedagógicos.

Los docentes que finalicen con éxito el proceso de acreditación, accederán a los siguientes beneficios:

- Reconocimiento público a través de una certificación de excelencia profesional acreditada en todo el país.
- Los docentes tendrán la opción de pertenecer a la “Red Maestros de Maestros”, que tiene como objetivo fortalecer la profesión docente mediante el aprendizaje entre pares que se desempeñan en aula.
- Beneficios Económicos, los cuales se perciben por un periodo de 4 años.
- Acceso de Intranet de acreditados, el cual es un espacio creado únicamente para docentes que han certificado su excelencia, en donde pueden compartir sus experiencias, contactarse con otros docentes acreditados, acceder a noticias y documentos compartidos por otros docentes.

¿Cómo participar?

Los docentes que cumplan con los requisitos deberán inscribirse en www.aep.mineduc.cl antes de 27 de julio de 2014.

Requisitos de postulación:

- Desempeñarse como docente en establecimientos de educación del sector municipal, del sector particular subvencionado o en establecimientos de educación media técnico profesional regidos por el D.L. N°3.166.
- Tener un mínimo de 20 horas semanales contratadas, como profesor de aula en los colegios anteriormente descritos.
- Tener un mínimo de 1 año de experiencia profesional, a la fecha de vencimiento de postulación para AEP.
- Ejercer en alguna de las categorías a acreditar durante el año de evaluación.


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