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¿Cuándo es recomendable que los niños comiencen a aprender otro idioma?

Tal vez has escuchado las recomendaciones de los especialistas que señalan que los niños deberían aprender un segundo idioma a una edad muy temprana, debido a que tendrían mucha más capacidad para hacerlo. Pero ¿es realmente cierto esto o es solo un mito?

En 1997, un equipo de neurólogos del hospital Memorial Sloan Kettering, de Nueva York, analizó las partes del cerebro involucradas en el aprendizaje de un segundo idioma. Y el resultado fue sorprendente: los niños tienen una zona única para el aprendizaje de una o más lenguas, mientras que los adultos que aprenden un segundo idioma poseen zonas separadas en el cerebro, dedicadas a cada idioma.

¿Qué significa esto? que mientras más pequeños sean los niños, aprender otro idioma será muy natural y simple, ya que no hacen el proceso de traducir el pensamiento de una lengua a otra, como los adultos.

Según Joy Hirch, líder del equipo de investigación, el cerebro va cambiando de estrategia con la edad. Y si al comienzo puede acomodar más de un idioma, con el tiempo sus estructuras se van volviendo más rígidas e impermeables a los nuevos aprendizajes, por lo que debe establecerse otra estructura diferente para "albergar" la nueva lengua.

Cómo potenciar el aprendizaje de otro idioma en los niños

Los niños de hasta tres o cuatro años tienen la capacidad de crecer escuchando, y aprendiendo, varios idiomas sin problemas. Desde los cuatro años, aproximadamente, tendrán problemas para conjugar algunos verbos de un idioma nuevo, y ya no lo harán tan rápido, ni tan correctamente. 

Entre los ocho y los diez años concluye una de las fases principales del desarrollo humano, aquí es cuando las dificultades para aprender otra lengua emprenden un viaje "sin retorno". Por lo tanto, mientras más grande, más difícil será aprender otro idioma.

Una de las cosas que se puede hacer cuando uno de los padres habla otro idioma medianamente bien, será familiarizarlo con éste a través de conversaciones cotidianas.

En el caso que no hablen nada o muy poco en otra lengua, los padres pueden recurrir a los colegios bilingües. Pero tamibién los profesores nativos y academias son una buena alternativa. 

Finalmente, es imporyante que tengas en cuenta que la tecnología y las actividades lúdicas son una de las mejores formas de aprender otro idioma para los más pequeños. Por lo tanto, es muy útil recurrir al uso de canciones, cuentos, juegos, y películas para reforzar lo aprendido.